LO QUE ENTRA POR LOS OJOS ATA VOLUNTADES
Cuando los ojos desean, el corazón queda prisionero del objeto que logra conquistarlo.
Los estímulos visuales siempre han sido muy poderosos y lo demuestra lo que se llega a hacer cuando los ojos quedan cautivados por algo que resulta atractivo al corazón de la persona que se detiene a contemplar la agradabilidad de lo observado.
Los publicicistas se han especializado en el conocimiento y dominio de los estímulos visuales para captar la atención y motivar al consumo de los productos que promocionan.
La vista suele ser el más seductor de los sentidos humanos, puesto que llega a persuadir al dueño de esos ojos implicados que se apasionan y le empuja a actuar contra toda lógica. Es como si la mente se nublara y la razón fuese manejada sin esfuerzo por las pulsiones.
Teniendo ello en cuenta el emprendedor previsor estimulará su cerebro con imágenes reales o escogidas y programadas a voluntad que provoquen agradabilidad saludable; que le hagan sentir deseos de lograr lo imaginado y que le empujen a acción en la dirección escogida que conduce al logro de los objetivos
del su emprendimiento y del éxito de su negocio.
Un producto de calidad debe siempre verse reforzado por una presentación y apariencia de excelencia que atraiga y convenza aún antes de adquirirlo.
Debe permitir que la persona lo sienta como algo propio, deseado; como una necesidad inevitable.
El emprendedor comprende que no solo debe ofrecer algo que sea de calidad, sino que debe también parecerlo.
Y que al cliente nunca se le puede engañar; pues el cliente desengañado, difícilmente puede ser convencido de que fue un descuido o no era la intención.
La forma de vestir, el lenguaje corporal, la forma de hablar produce un efecto impactante; esa primera impresión es fundamental para lograr lo que se quiere conseguir del interlocutor.
Es muy rentable que lo que se utilice como estimulación sensorial sea de agradabilidad saludable, y permita generar credibilidad en la persona que la recibe; y así poder persuadir a quienes nos interesa convencer.
Y asegurar la fidelidad y que lo que se comente de nuestro producto, emprendimiento o de nosotros mismos, sea un refuerzo de marca en todos los aspectos, ya sea del producto, de los servicios o de nuestra profesionalidad.
Es esencial, según se comprende por lo considerado, que lo que entra por los ojos ata voluntades, sea la de los clientes o la nuestra; por lo cual no deberíamos olvidar nunca el control del aspecto de lo que ofrecemos y la imagen que damos personalmente al manifestarnos o intervenir.
Lo que preparamos para que entre por los ojos y llegue a la mente y al corazón de otros; de quienes nos demandan un servicio o producto, debe ser escogido con cuidado y bien presentado; y no menos haremos con nuestra imagen personal y nuestro comportamiento profesional.
No se debe olvidar que la primera impresión es el fundamento de la futura relación.
Se pueden conquistar voluntades o se puede impedir el sentimiento de agradabilidad en los corazones;
a los cuales será muy difícil volver a conquistar.
